viernes, 6 de enero de 2017

After Life... Un recuerdo

Has muerto. ¿Y ahora qué? ¿La nada, el limbo, el infierno, el paraíso? ¿Cuál es el premio por una vida virtuosa, el castigo por una vida de maldad? ¿Qué apariencia tendrás cuando hayas muerto? ¿Podrás redimirte? ¿Un retorno expiatorio, la reencarnación? Y los sentimientos, ¿es cosa de este mundo? Nuestros odios, nuestras pasiones, ¿se quedarán aquí con tu cuerpo fenecido?

After Life (1998) es el segundo largometraje de ficción del aclamado director Hirokazu Koreeda. ¿Y después de la vida, qué? Koreeda nos pone en la piel de un grupo de recién fallecidos, que son recibidos por un grupo de personas (de momento, poco sabemos de ellas) con la intención de ayudarlos. Este grupo de "consejeros" les explican a los recién llegados que pasarán juntos una semana, tiempo durante el cual deberán elegir un recuerdo, sólo uno, con el que "vivirán" el resto de su existencia. 

Así que vamos a responder algunas preguntas:

Pasen primero por ventanilla...
Has muerto. Hoy es lunes, y entras junto a otros fallecidos a un viejo edificio. Estás desorientado. Te recibe un pequeño grupo que os reúne a todos en una habitación. Uno a uno, os van llamando aparte. Es tu turno. Te recibe un chico joven que te explica que él también está muerto, y que su tarea aquí es la orientarte. Te da un plazo de tres días para meditar sobre tu propia vida. Transcurridos esos tres días, deberás decirle con cuál de todos los momentos de tu vida te quedas... Piénsalo bien, sólo debes elegir uno. El resto de la semana, él se dedicará a recrear ese momento con la mayor exactitud posible y lo plasmará en una película.

Puede ser que decidas no elegir... ¡es una opción! ¿Quién en su sano juicio descartaría todos los buenos momentos de una vida para quedarse sólo con uno? Recuerdas una canción de Rush que decía:

"if you choose not to decide, you still have made a choice"

Es absurdo quedarse con un único recuerdo
Puede ser que no tengas ni un sólo momento tan significativo en tu vida que merezca la pena ser recordado ad infinitum. Que tus actos sean una fuente de remordimientos, o que tu vida sea de una pasmosa mediocridad. ¿Quién querría recordar  una y otra vez lo ruin que fuiste en vida, o tu anodina existencia?

No hay nada que quiera recordar. ¿No es eso lo más parecido al infierno?
Puede ser que la senectud haya hecho mella en tu cerebro, y no estás capacitado ya para decidir.

Puede ser, tal vez, que lo tengas claro... ¡Afortunado tú!

Cuando era pequeña...
Koreeda nos muestra un amplio abanico de posibilidades.

La misión de los "consejeros" (¿ángeles? Sin duda, no), es confeccionar una película con el recuerdo elegido, un momento condenado a repetirse una y otra vez. Pondrán todo su empeño, con los medios a su alcance, para "captar" las sensaciones de ese recuerdo: una brisa fresca en un día de calor, la vista del ala del avión, la vez que permaneciste sentado en el parque con el/la que iba a ser tu gran amor.

¿Quién iba a suponer que el final de todo era ver una película?
Y una vez proyectada, los recién fallecidos se irán, con la memoria de esa película, al... ¡paraíso! Atrás quedan los consejeros, dispuestos a recibir a un nuevo grupo de fallecidos, sintiendo como un fracaso las indecisiones de la semana anterior.

¿Y nosotros? ¿No hay un paraíso para nosotros?


¿Paraíso?


4 comentarios:

  1. Extraña película. Si la idea es que reflexionemos sobre nuestra propia vida, creo que elegir un momento de nuestras vidas de una forma eterna es un error, dado que de todos los momentos vividos aprendemos algo. La vida es como una universidad, todos los días aprendemos algo nuevo, aunque cometemos muchos errores de los que debemos aprender. Lo importante es saber analizarla día a dia, disfrutarla al máximo, a pesar de no ser la vida perfecta que todos desearíamos. be happy !! un fuerte abrazo Enrique

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    1. Sí, pero detente un momento. No es una opción elegir, sólo puedes quedarte con uno...

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  2. La idea de Koreeda es muy interesante. Resumir la vida como una película donde cada cual tiene su momento único para pasar una y otra vez, o no, porque puede que, haya algunos que no elijan ese formato repetitivo o no puedan... ¿Pero tiene sentido guardar un sólo momento de la vida, después de una vida? ¿Podemos elegir guardar un detalle de lo vivido y dónde queda el resto? Supongo que esta película era un ambicioso proyecto, que al final queda en un simple fotograma, para mayor credibilidad de que la vida, como el cine, es un momento...
    Si tuviera que elegir y pudiera, elegiría, sin duda, mi primer recuerdo, el más inocente de mis momentos.

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